martes, 28 de marzo de 2017

Mientras en París un poeta


Precio: 10,40 € (IVA incluido)

Autor: Liam Darg

ISBN: 978-84-940569-6-3

Formato: 18 x 12,5 cm

103 páginas










Si el poema es una sorpresa también es una exploración. Y el poeta que escribe sobre lo que otro poeta ha escrito, tratando de desentrañar esa escritura ajena, se sorprende y explora el misterio que se le ofrece. Arrebata versos y frases de creadores admirados, se confunde con ellos y hasta elabora algo como una estrofa con fragmentos de poemas de aquellos, se apodera de Proust, de Verlaine, de Rimbaud, de Mallarmé, de Baudelaire, con un disfrute poético y de erudición,  dejando al lector perplejo ante el misterio. Mientras París un poeta llega a uno con la verdad de lo vivido y la calidez de lo todavía reciente, resultando un libro admirable y difícil, emocionado y sereno, aparentemente liso y abrupto a la vez. Altamente culto, naturalmente culto. Todo lo cual hace de este conjunto una isla en nuestro océano de hoy.

(Arcadio Pardo)





Liam Darg

Valladolid, 1977


Pseudónimo de David Rodríguez, Liam Darg es autor de numerosas publicaciones (poesía, novela, teatro, narraciones cortas y cómic), por las que ha recibido más de una treintena de premios literarios. Como traductor de poesía ha publicado dos poemarios de Rabindranath Tagore reunidos en la antología La Geometría del Barro. Entre sus obras se pueden destacar los siguientes títulos: Lisi, Conversaciones al borde de una barca, La décima musa, Las tres maldiciones de Úrsula Brull, La estatua imperfecta y Paradis Bleu. Su obra, que ha sido traducida al francés y al inglés, se encuentra en las mejores bibliotecas del mundo, como la New York Public Library, la Biblioteca Real de Dinamarca, la British Library y la Biblioteca de los Premios Nobel, entre otras.

Ha publicado con LCK15 el poemario Mientras en París un poeta

sábado, 4 de marzo de 2017

En primavera... París!



Alors qu'à Paris un poète
en balzaquant des vers et des chaussettes
à la couleur incertaine
d'un peintre de Montmartre.
Jamais il ne prousta le toucher des mots
ni verlaina le rythme des gazelles
même s'il victorhugua avec la description des lieux.
Incapable de rousseoire l'éclat des idées
il bretonnait d'une voix très papier
apollinnairé sur les toits bourgeois
de la métrique.
Jour et nuit
il voltairait les rues
en bovarysant la rime imprudente des vagabonds.